Cynthia Anderson, de 20 años, llamada por sus familiares y amigos como Cindy, se crió en un hogar muy religioso que seguía un horario lleno de reuniones de oración, eventos de natación, eventos de campamento, fiestas de temporada y adoración dominical , todo organizado por la iglesia a la que ella y su familia asistían.
El padre de Cynthia, Michael Andersen, describió a su hija como una "chica tranquila y obediente que nunca hizo problemas pero que tenía muchos amigos".
Cynthia también era una joven muy atractiva y, aunque sus padres tenían reglas muy estrictas, tenía un novio que también era miembro de la iglesia. Ese verano, su padre informó que Cynthia estaba “pasando mucho tiempo dedicada a su maquillaje y había cambiado sus hábitos”.
Cynthia trabajaba como secretaria legal en Toledo, Ohio, pero se estaba preparando para renunciar para asistir a la Universidad Bíblica , la misma a la que asistía su novio. Por cierto, su trabajo no le permitía podía llegar lo suficientemente pronto a dicha universidad.
El año anterior, en una pared frente al escritorio de Cynthia que se podía ver desde afuera de la ventana, alguien había pintado con aerosol las palabras "Te amo Cindy" en letras grandes con "por GW" más pequeño en la esquina.
Cynthia era la única “Cindy” en ese lado del centro comercial donde se encontraba el grafiti. Parecía colocado intencionalmente para que solo Cynthia pudiera verlo. Sin embargo, Cynthia no tenía idea de quién podría haber sido GW.
El mensaje permaneció allí durante seis meses hasta que finalmente dejó de aparecer por un tiempo. El mensaje volvió a aparecer luego, esta vez en letras más grandes, pero se convirtió en el menor de los problemas de Cynthia. Al parecer la policía descubrió finalmente a quien había enviado esos mensajes pero afirmó que no eran para ella.
Durante el verano de 1981, Cynthia estaba siendo acosada por una serie de llamadas telefónicas anónimas con mensajes inquietantes. Esto la asustó y comenzó a experimentar pesadillas en las que un hombre la atacaba.
Se puso tan mal que su trabajo incluso instaló un timbre de emergencia en su escritorio y mantuvo las puertas de su oficina cerradas con llave en todo momento. Desafortunadamente, estas precauciones no serían suficientes.
El 4 de agosto de 1981, Cynthia se saltó el desayuno y salió de la casa de sus padres alrededor de las 8:30 am para ir a trabajar. Llegó a la oficina de abogados y fue vista hasta las 9:45 am.
Alrededor de la hora del almuerzo, su empleador, James Rabbitt, llegó a la oficina. Las luces y la radio estaban encendidas, pero no había señales de Cynthia. El olor a quitaesmalte flotaba en el aire; no había ninguna nota y los teléfonos seguían sonando sin parar. No había signos de lucha y, según los informes, la puerta de la oficina aún estaba cerrada por dentro.
Aunque su automóvil todavía estaba en el estacionamiento, faltaban sus llaves y su bolso. Inquietantemente, una novela romántica que Cynthia estaba leyendo quedó abierta en su escritorio en una página donde el protagonista fue secuestrado a punta de cuchillo.
Se hicieron muchas hipótesis respecto de su desaparición, entre las que se incluye ser testigo de algún caso vinculado al narcotráfico por el cual habría sido asesinada y desaparecida.
Sin embargo, no hay pruebas de ninguna de las hipótesis plateadas por los investigadores. Cynthia Andersen nunca fue encontrada y su caso sigue sin resolverse.
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